El ciclo de innovación de Netflix

Reed Hastings, CEO de Netflix, habla en su libro “Aquí no hay reglas: Netflix y la cultura de la reinvención” del ciclo de innovación de la compañía. Hastings hace referencia a lo que él considera el mayor fracaso en la historia de Netflix, a saber, “Qwikster”.  Netflix ofrecía un servicio en el que combinaba DVD por correo y video en streaming, todo ello por 10 dólares. Hastings tuvo la idea de crear una nueva empresa dedicada al mercado del DVD, Qwikster, y ofrecer dos suscripciones para que los clientes eligiesen, pagando un precio de 8 dólares por servicio. Cuando la iniciativa fracasó, Hastings se dio cuenta de que nadie había sido capaz de dar su opinión y avisar de lo que se avecinaba, a pesar de que muchos colaboradores tenían una clara opción en contra.

Para que estos errores no vuelvan a producirse, comparte lo que denomina el ciclo de innovación en la compañía:

Buscar puntos de desacuerdo, o bien socializar la idea. Se trata de ser sincero y expresar abiertamente las críticas que se tienen sobre el proyecto, teniendo en cuenta que Netflix considera desleal discrepar de una idea y no expresarlo. Además de buscar puntos de desacuerdo, hay que comunicar la idea a todo el mundo y tomar la temperatura de la iniciativa.

Para una gran idea, ponerla a prueba. Hacer pruebas para ver como se comportan los clientes ante la iniciativa. En el libro se recoge como Hunt, director de producto en 2015, se oponía a habilitar las descargas para visualizaciones off-line, pero después de hacer comprobaciones de cómo los clientes usan el servicio se decidió implementarlas. Haciendo pruebas descubrieron como por ejemplo en la India hasta el 70% usaba la función de descarga en otras aplicaciones para visualizar contenidos en el transporte, o en Estados Unidos, los clientes se descargaban series en a la oficina porque la conexión era mejor.

Como capitán informado, apostar por la idea. Poner a prueba la idea y socializarla puede llevar a pensar que las decisiones se toman por acuerdo de la mayoría, y eso no es así exactamente. Para cada proyecto hay un -capitán informado-, alguien que es el último responsable del proyecto. Si la persona que asume la responsabilidad del proyecto decide ir adelante con él, el proyecto se hará. Esto implica también confiar en la densidad de talento de la organización, y en particular en quien hemos depositado esta tarea.

Si la idea triunfa, hay que celebrarlo, y si fracasa exponerlo abiertamente. Si triunfamos, celebrémoslo. Sin embargo, si la idea no llega a buen término, hay que mirar hacia el aprendizaje que ha tenido la organización.  Se recomiendan los siguientes pasos:

  • Preguntar qué se ha aprendido del proyecto
  • No darle mucha importancia
  • Pedir que se exponga abiertamente el fracaso

Si estás interesado en conocer más acerca de la cultura de la libertad y la responsabilidad de Netflix, puedes leer el libro “Aquí no hay reglas”, seguro que lo disfrutas. También puedes visitar su información corporativa.

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