Los tres horizontes y la innovación

La metodología de los tres horizontes ofrece un marco estructurado para que las organizaciones equilibren la gestión de sus operaciones actuales con la innovación para el futuro. Originalmente propuesto por Baghai, Coley y White en su libro «The Alchemy of Growth,» este enfoque facilita la visualización de cómo asignar recursos y atención a lo largo de tres «horizontes» temporales, cada uno con un enfoque distinto: gestionar el negocio actual, desarrollar oportunidades emergentes y crear opciones para el crecimiento futuro.

          Los tres horizontes. Fuente: The Alchemy of Growth

Comprendiendo los tres horizontes

Horizonte 1: Optimización del negocio actual
El primer horizonte se enfoca en el core del negocio actual, buscando maneras de optimizar y expandir el negocio existente. En este horizonte, las innovaciones son a menudo de carácter incremental, destinadas a mejorar la eficiencia, la calidad y la satisfacción del cliente en los productos y servicios actuales. También puede incluir innovaciones de producto que mejoren sus características o funcionalidades, packaging o servicio. Para las organizaciones, es crucial invertir en mejoras continuas y en la defensa de su posición en el mercado. La innovación en este horizonte puede incluir la adopción de nuevas tecnologías para optimizar procesos o la mejora de la experiencia del cliente para fortalecer la lealtad y el valor de la marca.

Horizonte 2: Desarrollo de oportunidades emergentes
El segundo horizonte se trata de desarrollar oportunidades que aseguren el crecimiento a medio plazo. Estas oportunidades, que pueden surgir de cambios en las preferencias de los clientes, avances tecnológicos o cambios en el entorno regulatorio, requieren una inversión y un enfoque diferentes en comparación con el primer horizonte. Aquí, la innovación asume más riesgo, con un enfoque en el desarrollo de nuevos productos, servicios o modelos de negocio que puedan convertirse en los motores de crecimiento en un futuro cercano. La colaboración con startups, la creación de incubadoras internas o la formación de alianzas estratégicas son buenos ejemplos de cómo las empresas pueden explorar y validar nuevas ideas antes de escalarlas y lanzarlas al mercado.

Horizonte 3: Creación de opciones para el futuro
El tercer horizonte mira hacia el futuro, imaginando cómo podría ser el negocio en un plazo temporal más amplio. Este horizonte se centra en la creación de opciones de crecimiento a largo plazo a través de innovaciones radicales o disruptivas. Las empresas deben explorar tendencias emergentes, tecnologías en desarrollo y posibles disrupciones del mercado para identificar dónde podrían surgir las oportunidades de crecimiento del futuro. La experimentación y el aprendizaje rápido son clave, con una aceptación del fracaso como parte del proceso de innovación. Invertir en tecnologías emergentes, fomentar una cultura de innovación abierta y participar en ecosistemas de innovación son formas de nutrir las opciones del Horizonte 3.

Aplicando la metodología de los tres horizontes para la Innovación

Para aplicar de forma eficaz esta metodología, las organizaciones deben mantener un equilibrio entre los tres horizontes, asignando recursos y atención de manera que no solo sostengan y mejoren su posición actual, sino que también construyan los cimientos para el crecimiento futuro. Esto requiere una visión clara de liderazgo, una cultura que valore tanto la ejecución como la experimentación, y procesos que faciliten la transición de ideas desde su concepción hasta su implementación.

El desafío más significativo para muchas empresas es no quedar atrapadas en el horizonte 1, dedicando todos sus recursos a la optimización del negocio actual a expensas de la innovación a largo plazo. Para evitar esto, es esencial que los líderes fomenten una mentalidad que valore la exploración tanto como la explotación, y que establezcan sistemas para evaluar y equilibrar las inversiones a través de los tres horizontes.

Es conveniente estudiar esta metodología en relación al concepto de las «organizaciones ambidiestras», ya que permite comprender cómo las empresas pueden ser innovadoras tanto en la explotación de sus capacidades actuales como en la exploración de nuevas oportunidades. Las organizaciones ambidiestras buscan equilibrar la eficiencia operativa con la flexibilidad y la adaptabilidad al cambio, lo que resulta esencial en entornos empresariales dinámicos y competitivos. Al comprender esta metodología en este contexto, se pueden identificar estrategias específicas que fomenten la ambidestreza organizacional y promuevan el éxito a largo plazo. Este enfoque, claramente está alineado con el planteamiento que se hace en los tres horizontes. Para saber más de las organizaciones ambidiestras puedes consultar el artículo The Ambidextrous Organization en HBR que cito al final el documento.

La metodología de los tres horizontes proporciona un marco valioso para pensar en la innovación de manera estructurada y equilibrada. Al asignar recursos y atención a lo largo de estos tres horizontes, las organizaciones pueden gestionar eficazmente su negocio actual mientras preparan el camino hacia la innovación y el crecimiento futuro.

Referencias:

White, D., Baghai, M., & Coley, S. (2000). The alchemy of growth. Perseus Books.

O’Reilly, C. A., & Tushman, M. L. (2004). The ambidextrous organization. Harvard Business Review, 82(4), 74-81.

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