Introducción

En un mercado en constante evolución, las empresas se enfrentan al desafío constante de mantenerse al tanto de las innovaciones que podrían amenazar su posición competitiva. Para comprender cómo evoluciona la innovación, es interesante comprender el concepto del diseño dominante y los estándares técnicos en el desarrollo de nuevos productos y servicios. La comprensión de estos conceptos no solo es crucial para la innovación sino también para la supervivencia y el éxito a largo plazo en mercados altamente competitivos.

El impacto del diseño dominante en la innovación

Abernathy y Utterback (1978) analizaron cómo, en las fases tempranas de un mercado, la incertidumbre tecnológica conduce a la coexistencia de múltiples diseños que se abren paso en el mercado. Sin embargo, llega un punto en el que el mercado se inclina hacia un diseño particular, no necesariamente por su superioridad tecnológica, sino por cómo este logra equilibrar las capacidades tecnológicas con las necesidades de los usuarios y oportunidades de negocio. Este fenómeno resalta la importancia de que las empresas estén atentas a las tendencias emergentes y a los patrones de adopción para anticiparse o sumarse a la consolidación de un nuevo diseño dominante.

La selección de un diseño dominante crea un ecosistema en el que los esfuerzos de innovación se desplazan de la exploración de nuevos diseños de productos hacia la mejora y evolución de la arquitectura establecida. Esto tiene implicaciones significativas para las empresas competidoras, ya que dicta dónde deben enfocar sus recursos de investigación y desarrollo para mantener su competitividad.

El Modelo Abernathy y Utterback explica la dinámica de la innovación en productos y procesos a través de tres fases principales que afectan diferentemente a las empresas, el mercado y las capacidades requeridas para desarrollar la innovación.

• Fase fluida: En esta etapa inicial, prevalecen las incertidumbres tecnológicas y de mercado. Las empresas experimentan de forma generalizada con la innovación de producto, habiendo poca innovación de procesos, estando la competencia basada en características diferenciadas del producto. Las estrategias incluyen tratar de establecer un diseño dominante o controlar activos complementarios.

• Fase de transición: A medida que se entiende mejor la tecnología y las necesidades del cliente, emerge un diseño dominante. Las empresas buscan consolidar su posición, aumentar la capacidad de producción y la innovación de procesos. La competencia todavía es significativa, pero comienza a disminuir tras la aparición del diseño dominante.

• Fase específica: Después de establecerse el diseño dominante, la competencia se centra en el rendimiento del producto y la optimización de costes. Se intensifica la competencia y el mercado tiende hacia un oligopolio. Las empresas buscan asegurar su posición mediante relaciones con proveedores y canales de distribución que crean barreras de entrada.

La influencia de los estándares técnicos

Los estándares técnicos, definidos por Grindley (1995) como el conjunto de especificaciones de calidad, compatibilidad o conectividad necesarias para el correcto funcionamiento de un producto, juegan un papel fundamental en la consolidación de los diseños dominantes. Estos estándares aseguran que los productos sean interoperables y cumplan con ciertos criterios de calidad, lo que puede acelerar la adopción de un diseño dominante y estabilizar el mercado en torno a él.

Para las empresas, entender y participar activamente en el desarrollo de estos estándares puede ser una estrategia clave para influir en la dirección de la innovación en su industria. Al hacerlo, pueden no solo proteger su posición en el mercado sino también facilitar la adopción de sus productos, asegurando que estos estén alineados con las expectativas y requisitos del mercado.

Un ejemplo de diseño dominante: la bicicleta

La evolución del diseño de las bicicletas es un reflejo de la evolución de la innovación y adaptación tecnológica a través del tiempo. En los comienzos, las bicicletas comenzaron como máquinas rudimentarias, donde la practicidad y la eficiencia brillaban por su ausencia. Con ruedas de grandes dimensiones y estructuras pesadas, como se muestra en la imagen de las primeras bicicletas, estos diseños eran más una curiosidad que un medio de transporte efectivo.

A medida que pasaron los años, la bicicleta comenzó a tomar una forma más reconocible y más cercana a lo que consideramos hoy un diseño dominante. Esto implica que ciertas características de diseño se han establecido como estándar debido a su funcionalidad, eficiencia y aceptación generalizada por los consumidores y fabricantes. La imagen muestra claramente esta evolución, desde los toscos velocípedos y las bicicletas de grandes ruedas del pasado hasta las elegantes y aerodinámicas máquinas que conocemos hoy.

El diseño dominante actual, con su cuadro en forma de diamante, el sistema de cadenas y engranajes, y las ruedas de tamaño equilibrado, representa la culminación de décadas de de evolución, la cual culminó con el diseño de «La máquina segura» de John Kemp Starley. La estandarización de este diseño no solo optimizó la producción y redujo los costes, sino que también cumple con las expectativas de los usuarios en términos de rendimiento y comodidad. Este diseño es tan omnipresente y eficiente que ha perdurado con ajustes incrementales en materiales y componentes técnicos, tales como la transición de acero a aleaciones ligeras o fibra de carbono y la incorporación de sistemas de cambios de velocidad más complejos y precisos. Este diseño dominante no solo se ha mantenido en el ciclismo recreativo y de transporte, sino que también ha sido la base para especializaciones en el mundo del ciclismo de competición, mountain bikes, y bicicletas de paseo urbanas.

La bicicleta, como medio de transporte, deporte y pasatiempo, sigue siendo un campo en el que la innovación es constante, y aunque el diseño dominante ha prevalecido durante mucho tiempo, los avances tecnológicos y las demandas cambiantes de la sociedad siempre abren puertas a nuevas posibilidades. Así que, no me he podido resistir y le he pedido a Microsoft Copilot que se imagine cómo será la bicicleta dentro de 10 años, y este es el resultado.

Referencias

Abernathy, W. J., & Utterback, J. M. (1978). Patterns of Innovation in Technology. Technology Review.

Utterback, J. M., & Abernathy, W. J. (1975). A dynamic model of product and process innovation. OMEGA. The International Journal of Management Science, 3(6), 639-656.

Utterback, James M. Mastering the dynamics of innovation. Harvard Business School Press, 1996.

Grindley, P. (1995). Standards, strategy, and policy: cases and stories.